miércoles, 12 de mayo de 2010

LA CONTAMINACION SONICA EN LA CIUDAD

Prof. Carlos Sarco Lira

El pasado 28 de abril se celebró por décima vez, el Día Internacional de la Conciencia por el Ruido. Desde mediados de la década del 60 se ha venido hablando del ruido como factor contaminante, capaz de generar daños en el sistema auditivo de los seres humanos. Con muchas imprecisiones al comienzo, pero con bastante puntualidad y respaldo científico en la actualidad.

Hoy en día ya podemos afirmar con propiedad que los altos niveles de ruido y la permanencia de los mismos se asocian con distintos niveles de daño en el organismo: trastornos auditivos y de la voz, alteraciones fisiológicas (hormonales, cardiovasculares, respiratorias, digestivas, etc.) trastornos psicológicos (falta de atención y concentración, alteraciones en el sueño, molestias, angustia) y modificaciones de la conducta (irritabilidad, agresividad, deterioro del clima social, interferencia en la comunicación y en la actividad, dolor de cabeza y cuello, estados de tensión y depresión).

Según su origen e intensidad los sonidos pueden resultarnos agradables en tanto su frecuencia y amplitud sean bien definidas y constantes y su volumen este en proporción a los niveles de tolerancia que son propias de nuestro sistema de audición. El ruido, por el contrario, es un sonido que no reúne estas características y esta generalmente asociado con una gran fuerza sonora.

Los niveles de emisión sonora se miden con un aparato llamado sonómetro o decibelímetro. La unidad de medida del ruido es el Decibel (Db) el cual es una relación matemática de tipo logarítmica. Se considera que todo sonido que sobrepase los 50 Db es desagradable y es capaz de dañar nuestra salud física y mental.


Para tener una idea de la expresión cuantificada del ruido basta saber que las medidas de 0 Db corresponden al silencio, 10 Db a la respiración, 20 Db a una Biblioteca. 40 Db a una conversación y 50 Db a una concentración humana. 70 Db a una aspiradora, 80 Db al paso del tren, 90 al tránsito en horas pico y que a los 140 Db se producen daños en los mecanismos de audición.

Uno de los ruidos mas intensos y molestos que confrontamos a diario es el emitido por las cornetas de los vehículos automotores y especialmente el de los camiones y autobuses, las cuales, generalmente sobrepasan los 100 Db. De la mismas fuentes y de las motocicletas se agregan los ruidos generados por los escapes libres o semi-libres de los motores de combustión interna.

Otras fuentes importantes de contaminación sónica son: la emisión de música amplificada, las plantas generadoras de electricidad, la maquinaria y equipo de la industria de la construcción y la propaganda política o comercial con altoparlantes.

Los Consejos Comunales y los órganos del poder local deben emprender campañas de educación y de prevención para disminuir los niveles de ruido en la ciudad y posteriormente aplicar sanciones a los emisores de ruidos molestos para resguardar la calidad de vida de los ciudadanos

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