lunes, 21 de abril de 2008

EL DIA DE LA TIERRA EN TURMERO


El 22 de abril de 1970 más de 20 millones de norteamericanos se movilizaron para tratar de aumentar la escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta.
El evento promovido por la sociedad civil organizada recibió el nombre de DIA DE LA TIERRA y es considerado como el punto de arranque del movimiento eciologista contemporaneo. Bajo la presión de este evento el gobierno norteamericano creó la AGENCIA AMBIENTAL y promulgó la CLEAN AIR ACT que fue la primera regulación que se dictó en ese país para la descontaminación atmosférica.
Luego, en 1972, se celebró la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo. El “espíritu de Estocolmo” sirvió para sensibilizar, aunque insuficientemente, a los gobiernos y a la sociedad civil sobre la magnitud de los problemas que afectan al medio ambiente en que se desarrolla nuestra existencia, pero es indudable que el Plan de Acción y las recomendaciones emanadas de Estocolmo no se han traducido aún en una acción decidida.
En 1990 se organiza de nuevo el Día de la Tierra, esta vez en todo el mundo. La celebración fue todo un éxito: más de 1000 ONGs organizaron actos en 140 países y se estima que participaron del orden de 200 millones de personas. Al igual que en la primera celebración dos años después se realizó otra macro cumbre mundial. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro de 1992, despertó grandes esperanzas y fue la mayor conferencia celebrada hasta el momento, no sólo en número de participantes sino de asistencia de jefes de gobierno. Pero las expectativas no fueron satisfechas, perdiéndose una oportunidad única de iniciar un cambio de rumbo para construir un mundo más justo, seguro, próspero y sostenible.
El 22 de abril, Día de la Tierra, miles de organizaciones y millones de personas se movilizaran en el planeta por el medio ambiente.
En Turmero, el día mundial de la tierra debe inducir a las autoridades a un proceso de refleción sobre el grave ecocidio que se esta cometiendo en la cuenca alta del Río Paya, en las montañas de Tamaira, en las que desde 1990 se han instalado dos focos de invasión que todos los días talan y queman y han acabado hasta ahora con cerca de cien hectáreas de vegetación arborea de bosque nublado y bosque montano alto.
El Director Regional del Ministerio del Ambiente, El Fiscal Noveno del Ministerio Público. El Destacamento 21 de la Guardia Nacional que conocen los expedientes e informes técnicos y administrativos que hemos levantado en el sitio tendrán sobre sí la mayor carga de responsabilidad si a causa de esa devastación se generan deslaves o inundaciones torrenciales tipo vargas en los centros poblados de la parroquia Pedro Arévalo Aponte, especialmente en Rosario de Paya y urbanismos vecinos, donde casi cien mil personas pueden resultar afectados si esta amenaza natural se convierte en un evento de proporciones desastrosas.
El gobernador del Estado, los Alcaldes de Mariño y de Tovar, los respectivos Concejos Municipales y el Consejo Legislativo Regional de Aragua no pueden seguir eludiendo su responsabilidad en este crimen ecológico que avanza, sin pausas, desde 1999.
Cuando terminarán de comprender los políticos que la satisfacción de prebendas e intereses pólíticos para un millar de personas, allá arriba, no puede poner en riesgo las propiedades y las vidas de cerca de medio millón de personas, aguas abajo. No se han imaginado ni por un momento una campaña electoral en que ustedes aseguren el control sobre los cuatro centenares de votos que puedan tener en la montaña y aca abajo, nosotros los ecologistas, estemos todos días diciendole a la gente que sus bienes, su vida y su agua están en peligro porque funcionarios y magistrados inconcientes no cumplen con su deber poniendo término
La gente de Turmero tiene que saber que el agua escasea en la ciudad, porque nuestros pózos profundos se están secando debido a que el nivel freático ha descendido dramáticamente y que este descenso, en el nivel de las aguas subterráneas, se debe a la tala y a la quema indiscriminada en la cuenca del Río Paya la cual aporta casi las dos terceras partes de los acuíferos de nuestro subsuelo.
De no ponerse freno a este ecocidio la escasez de agua se agudizará y todos los pozos de la ciudad se secarán y lo más terrible de todo es que el fantasma de Vargas que, desde hace algunos años, se cierne sobre turmero, dejara de ser un fantasma para convertirse en una trágica realidad.

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