EL CALENTAMIENTO GLOBAL

En los ultimos cuarenta años la población mundial se ha duplicado, la producción y uso de fertilizantes químicos se ha quintuplicado y la producción y consumo de energía se ha septuplicado. Como resultado de esa malsano y sostenido crecimiento geométrico la generación de DIÓXIDO DE CARBONO se ha triplicado.

El DIÓXIDO DE CARBONO constituye uno de los principales componentes gaseosos de la capa de la atmósfera que está pegada a la superficie de la tierra, la cual recibe el nombre de troposfera. En ella ocurre el fenómeno natural que conocemos con el nombre de EFECTO INVERNADERO. Este consiste en que el DIÓXIDO DE CARBONO, EL METANO, OXIDOS NITROSOS Y EL VAPOR DE AGUA retienen las radiaciones que la tierra emana en la noche para liberar al espacio el calor recibido de los rayos solares durante el dìa.

Este proceso natural garantiza la vida y biodiversidad en el planeta. En los grandes desiertos, por ejemplo, donde la humedad es casi inexistente y los gases derivados del carbono escasos, el calor irradiado por la tierra se dispersa rápidamente en el espacio y las temperaturas nocturnas bordean los cero grados centígrados. Por el contrario, paradójicamente, en la selva tropical, caracterizada por su gran humedad, el calor se hace asfixiante en la noche al absorber el vapor de agua el calor irradiado por la superficie terrestre. Este sistema funciona de manera natural y en combinación con los vientos y con las corrientes marinas crea una estabilidad térmica en la tierra en la cual los polos y zonas templadas ceden parte de su frío a las zonas ecuatoriales y estas desplazan calor hacia aquellas, logrando que cada una detente temperaturas sustentables. En síntesis, la energía recibida por la Tierra desde el Sol, debe ser balanceada por la radiación emitida desde la superficie terrestre. De esto se encarga el EFECTO INVERNADERO. De no existir el efecto invernadero la temperatura superficial sería aproximadamente -18 °C.

A partir de la revolución industrial el consumo desmedido de energías contaminantes, principalmente el uso de combustibles fósiles ha venido incrementando los niveles de DIÓXIDO DE CARBONO en la atmósfera, originado éste en el uso creciente de PETROLEO, CARBON Y HULLA para la generación de energía eléctrica, activación de maquinaria industrial, calefacción y movilización de medios de transporte.

La previsión de cambios en la atmósfera, en los próximos 100 a 150 años, se basada íntegramente en modelos de simulación que se han centrado sobre los efectos de la contaminación atmosférica originada por la mano del hombre al generar en desmesuradas proporciones gases invernadero, y en menor grado, aerosoles atmosféricos. La mayor preocupación presente, es determinar cuánto se entibiará la Tierra en un futuro cercano. En la última década, varios modelos complejos de circulación general han intentado simular los cambios climáticos antropogénicos futuros. En todos se predice que el aumento de calor derretirá progresivamente los hielos eternos, que este derretimiento elevarà la superficie de los mares y óceanos inundando primero las ciudades y zonas costeras y después todas las tierras bajas, que la distorsión climática acabarà con gran parte de las especies animales y vegetales y que los huracanes y tormentas alcanzarán frecuencias y magnitudes insospechadas

La Agenda 21 de las Naciones Unidas, La Declaración de Río y el Protocolo de Kyoto han sido algunas de las iniciativas mundiales tendientes a disminuir el impacto del calentamiento global. Pero para que se tenga clara la magnitud del problema basta con saber que solamente el consumo de hamburguesas en USA, donde cada habitante consume en promedio tres a la semana, origina anualmente 200 millones de toneladas métricas de CO2.

Compete a los gobernantes determinar y hacer cumplir regulaciones en cuanto a la emisión de contaminantes atmosféricos por la industria y el transporte, impulsar la disminución del consumo de combustibles fósiles en aras de la utilización de energía limpia y dictar medidas e imponer sanciones para evitar la tala y la quema de nuestros bosques,

Pero este no es sólo un problema de los gobiernos y de los empresarios. Todos tenemos responsabilidad en esta crisis: las naciones grandes y las pequeñas y sus gobiernos y empresas y nosotros como ciudadanos del mundo. Así que cuando usamos racionalmente el auto y afinamos el funcionamiento de su motor, cuando ahorramos energía eléctrica, cuando clasificamos y reutilizamos o reciclamos desechos, cuando secamos la ropa en tendederos, cuando ponemos la basura en el pote del aseo en lugar de quemarla y sobre todo cuando evitamos incendios forestales, estamos poniendo nuestro granito de arena para la solución de este dramático problema que amenaza la existencia misma del hombre sobre la tierra.